A estas alturas de septiembre, muchos o todos ya hemos vuelto de las vacaciones de verano, pero la sensación que tenemos al volver a trabajar son diferentes de cuando nos fuimos, muy posiblemente estés sufriendo el síndrome postvacacional, pero tranquilo, te daremos 6 recomendaciones para mitigar los síntomas de este síndrome tan habitual en estos días.
¿Qué es el síndrome Postvacacional en psicología?
El Síndrome Postvacacional o también conocido como estrés o depresion postvacacional, no se reconoce como enfermedad física o mental, ni se dan en todas las personas, siendo más frecuentes en las mujeres, se conoce como el conjunto de síntomas que de forma ocasional emergen al finalizar el período vacacional, cuando debemos incorporarnos a la rutina familiar, obligaciones laborales o académicas.
En líneas generales, el estrés postvacacional tienen relación con los estresores y/o presentes en las demandas que se han de afrontar, y sentir no tener los recursos suficientes para poderlos abordar. En ocasiones, las personas que son más proclives a padecer este síndrome son conocedoras de las dificultades que puedan tener a la hora de soportar los nuevos horarios, exigencias del puesto de trabajo, que hayan padecido mobbing en el trabajo y/o presiones o amenazas de despidos laborales.
Desarrollando un cuadro de síntomas relacionados con la ansiedad y depresión, bajo estado de ánimo, apatía, falta de energía, palpitaciones, dificultad para dormir, falta de apetito, entre otras. Desapareciendo de forma gradual en unos diez o quince días.
¿Qué podemos hacer si se extiende más de los 10 ó 15 días?
Como psicóloga, en caso de extenderse en el tiempo y agudizarse los síntomas, es conveniente acudir al especialista, con objeto de poder ayudar a mejorar la calidad de la persona.
6 recomendaciones en psicología para reducir el síndrome postvacacional
No obstante se pueden seguir las siguientes recomendaciones para ayudar a mitigar la sintomatología relacionada con síndrome Postvacional:
- Empezar por las tareas u obligaciones de forma gradual.
- Realizar ejercicio físico.
- Mantener pensamientos tranquilizadores y positivos al cambio de hábitos.
- Dormir bien.
- Aprovechar los momentos de descanso para intentar realizar aquello que nos agrade.
- Intentar no dejar de lado los hobbies.