¿QUÉ ES LA OSTEOPATÍA?
Definición de la Osteopatía
Lo que caracteriza al organismo humano es el movimiento y lo que caracteriza el estado de salud es el equilibrio en esos movimientos.
La medicina osteopática pretende restablecer los equilibrios perturbados en todos los niveles funcionales del cuerpo humano. Restaura las movilidades necesarias a la vida del hombre en buen estado de salud.
Se sitúa, pues, en el contexto de la prevención y de la conservación de la salud. Basada en la anatomía y la fisiología del cuerpo, la Osteopatía es a la vez un arte, una ciencia y una técnica. Es una terapia únicamente manual, opuesta en ese punto a la medicina alopática, pero totalmente complementaria e interactiva con aquella en la búsqueda de la salud del individuo.
A lo largo de los años ha demostrado su eficacia ampliamente.
Principios Fundamentales de la Osteopatía
A.T. Still hizo una síntesis de todas sus observaciones y de su experiencia práctica, lo que llevó a la definición de tres grandes principios en los cuales se basa la Osteopatía:
- La ley de la arteria :
El hombre tiene su propio sistema de defensa contra los microbios y genera una autorregulación de sus funciones, pero sólo si sus células reciben todo lo que necesitan para funcionar, generarse y eliminar las toxinas. Eso significa que todos los líquidos del organismo que transportan los nutrientes y residuos, deben de circular libremente. El papel de la arteria es supremo.
- La estructura gobierna la función :
No sólo es importante la integridad del sistema de regulación neurológico y hormonal, sino también el del esqueleto a fin de conservar la libertad de movimiento de todos los tejidos. Es el movimiento el que permite a los líquidos que bañan los tejidos y las células el ser renovados.
- La unidad del cuerpo :
El osteópata propone reequilibrar el esqueleto, los músculos, los ligamentos a fin que todos los líquidos circulen correctamente; atribuirá una importancia muy particular a la columna vertebral, el pilar de la armadura, que contiene el sistema nervioso autónomo.
Todas las partes del cuerpo son interdependientes lo que confiere al hombre su especificidad y su inocuidad. Still habla de estructura pensando en la armadura humana y habla de función pensando en los distintos órganos que aseguran las funciones vitales. De ahí el origen de la palabra Osteopatía que procede del griego osteon (hueso – estructura) y pathos (influencia que viene del interior): la Osteopatía es el tratamiento de las afecciones procedentes de los trastornos en la estructura corpórea.
Tratamientos Osteopáticos
La Osteopatía trata principalmente las patologías musculoesqueléticas más frecuentes que se dan en las consultas de atención primaria y en las urgencias hospitalarias: Lumbalgias, cervicalgias, dorsalgias, esguinces cervicales y de tobillo, omalgias (dolores de hombro), tendinitis, artritis y en definitiva aquellas afectaciones osteomusculares habituales.También es muy eficaz en casos específicos de migrañas, vértigos, otitis, problemas circulatorios, digestivos, endocrinos, ginecológicos, urológicos, neurológicos, traumatológicos, etc. Tiene además buenos resultados en Pediatría, tanto en neonatos como en infantes en donde las patologías tratadas con Osteopatía pediátrica más frecuentes son: Plagiocefaleas, tortícolis, cólico del lactante, alteraciones del sueño, irritabilidad, estreñimiento, escoliosis, parálisis braquiales, esguinces, etc.Sustancialmente, existen tres tratamientos en Osteopatía:
- Estructural, que se dirige especialmente a los trastornos de las estructuras óseas, musculares y articulares.
- Visceral, que se interesa por los órganos como el hígado, el riñón, el estomago…
- Craneal, que insiste en la noción de movilidad de los huesos del cráneo y se dirige al desarrollo del recién nacido, del niño, así como a los trastornos funcionales del adulto.